La casa de Nazaret es un tema del cual existen al menos doce versiones relacionables con Francisco de Zurbarán y/o su taller. Odile Delenda, historiadora del arte especializada en este pintor, solamente admite tres cuadros como autógrafos del maestro en su catálogo razonado y crítico.
Introducción
Las referencias a la infancia de Cristo en los evangelios canónicos se limitan a Mt 2 y a Lc 2. En los siglos XVI y XVII existen notables pinturas de Jesús niño o muy joven, junto con José.
Sin embargo, era muy raro representarlo individualmente —como en el Niño de la espina— o bien con María, y es mérito de Zurbarán haber popularizado ambos temas. Según Francisco López Estrada, el pintor se inspiró en la Vita Christi escrita por Ludolfo de Sajonia, cuya traducción por Ambrosio Montesino fue publicada en Sevilla en 1537.
Tema de las obras
La escena muestra una escena hogareña, donde Jesús ya mayorcito está junto a la Virgen, quien ha interrumpido su labor de costura y se encuentra ensimismada en sus pensamientos. Jesús, ocupado en hacer una pequeña corona de espinas, se ha pinchado en el dedo. Las figuras carecen de nimbo, y la única alusión a su santidad es un discreto rompimiento de gloria con algunas cabezas de querubines.
El asunto de la escena es la Redención, simbolizada en muchos detalles: la corona de espinas y el dedo herido anticipan la Pasión, los paños blancos son símbolo de pureza, las palomas aluden a la Presentación de Jesús en el Templo y el lebrillo con agua a su Bautismo. Sobre la mesa, un hermoso bodegón; los libros sugieren las profecías veterotestamentarias y las peras simbolizan el amor de Cristo por la humanidad.
El jarrón, con lirios y rosas, alude a la virginidad y a la maternidad divina de María.
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